viernes, 2 de enero de 2015

La oración del padrenuestro


1-La oración del padrenuestro, que pronunció Jesucristo en el Sermón del Monte, se halla en la Biblia en el capítulo 6 de Mateo, versículos 9 a 13. A modo de preámbulo, Jesús dijo: "Al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan que por su uso de muchas palabras se harán oír" (Mateo 6:7).

2-Está claro, pues, que Jesús no pretendía que el padrenuestro se recitara palabra por palabra. Es cierto que más tarde volvió a pronunciar esta oración para el beneficio de otras personas (
Lucas 11:2-4). Sin embargo, las expresiones que empleó en ambas oraciones no son exactamente iguales en los relatos evangélicos de Mateo y Lucas. Además, ni Jesús ni sus discípulos se ciñeron rígidamente a las palabras del padrenuestro en sus oraciones posteriores.

3¿Por qué se incluyó el padrenuestro en la Biblia? Mediante este modelo, Jesús nos enseña qué clase de oraciones acepta Dios. También da respuesta a algunas preguntas básicas de la vida. Millones de personas de todo el planeta conocen esa famosa oración del padrenuestro, como generalmente se la llama. Es una oración que el propio Jesucristo dio como modelo y que tiene mucho significado. Analicemos sus tres primeras peticiones, y así comprenderá mejor lo que enseña realmente la Biblia.

4- Al inicio de esa oración modelo, Jesús dijo a sus oyentes: "Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra’" (
Mateo 6:9-13). ¿Qué significan estas tres peticiones?

1-Santificado sea tu nombre.
2-Venga tu reino.
3-Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra’


¿QUÉ HARÁ EL REINO DE DIOS?

¿QUÉ HARÁ EL REINO DE DIOS?


1 Jesús no solo mandó a sus discípulos que oraran para que viniera el Reino de Dios; también les dijo que debían pedir que se hiciera la voluntad de Jehová “como en el cielo, también sobre la tierra”. En el cielo, donde está Dios, los ángeles fieles siempre han hecho la voluntad divina. No obstante, en la Bíblia en el capítulo 3 de el libro de Genesis aprendemos que un ángel malvado dejó de cumplir la voluntad de Dios y consiguió que Adán y Eva pecaran. También aprendemos sobre ese ángel, que recibe el nombre de Satanás. Dios permitió que él y los espíritus que decidieron seguirlo —llamados demonios— permanecieran en el cielo por un tiempo. Por lo tanto, en los días de Jesús, no todos los seres que había en el cielo estaban haciendo la voluntad de Dios. Pero eso cambiaría cuando Jesucristo comenzara a gobernar en el Reino de Dios y luchara contra Satanás (Revelación 12:7-9).


2 Las siguientes palabras proféticas revelan lo que pasaría: “Oí una voz fuerte en el cielo decir: ‘¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos [Satanás], que los acusa día y noche delante de nuestro Dios!’ (Revelación 12:10). ¿Se ha dado cuenta de que en ese versículo se mencionan dos importantes sucesos? En primer lugar, empieza a gobernar el Reino de Dios dirigido por Jesucristo. En segundo lugar, Satanás es expulsado del cielo y arrojado a la Tierra.


3 Como veremos más adelante, esos dos acontecimientos ya han tenido lugar. ¿Cuáles han sido las consecuencias? Leamos lo que ocurrió en el cielo: “A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos!” (Revelación 12:12). Así es, los ángeles fieles se alegran porque, como se echó a Satanás y sus demonios del cielo, todas las criaturas que allí quedan son fieles a Jehová Dios, y entre ellas reina una paz y armonía total. De modo que en el cielo ya se está haciendo la voluntad de Dios. Escenas de angustia, guerra, delito y contaminación La expulsión de Satanás y sus demonios del cielo causó problemas en la Tierra. Pero estos terminarán pronto.

4 ¿Qué puede decirse de la Tierra? La Biblia indica: “¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo” (Revelación 12:12). Satanás está furioso porque se le ha expulsado del cielo y le queda poco tiempo. Como siente tanta cólera, se dedica a causar problemas en la Tierra. En el siguiente capítulo aprenderemos más acerca de tales dificultades. Pero, en vista de lo que hemos analizado, surge la pregunta: ¿cómo logrará el Reino que se haga la voluntad de Dios en la Tierra?

5 Pues bien, la voluntad de Dios para la Tierra es  que se convierta en un paraíso y se llene de seres humanos justos que nunca mueran. Cuando Satanás consiguió que Adán y Eva pecaran, se vio afectado el cumplimiento de la voluntad de Dios para la Tierra, pero dicha voluntad no cambió. Jehová todavía quiere que se cumplan estas palabras: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29). Y el Reino de Dios logrará eso. ¿Cómo?

6 En Daniel 2:44 encontramos esta profecía: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. ¿Qué nos dice esta profecía sobre el Reino de Dios?

7 En primer lugar, menciona que dicho gobierno se establecería “en los días de aquellos reyes”, es decir, mientras aún existieran otros reinos, o gobiernos. En segundo lugar, indica que el Reino subsistirá, o durará, para siempre. Ningún otro gobierno lo derrotará ni reemplazará. En tercer lugar, revela que habrá una guerra entre el Reino de Dios y los reinos de este mundo, y que el vencedor será el Reino de Dios. Al final, será el único gobierno que tenga la humanidad y será el mejor que esta ha conocido.

8 La Biblia da mucha información sobre esa guerra entre el Reino de Dios y los gobiernos de este mundo. Por ejemplo, señala que al acercarse el fin, los espíritus malos esparcirán mentiras para engañar a “los reyes de toda la tierra habitada”. ¿Con qué propósito? “Para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Los reyes serán reunidos “en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón” (Revelación 16:14, 16). En vista de lo que dicen estos dos versículos, ese enfrentamiento entre los gobiernos humanos y el Reino de Dios recibe el nombre de batalla de Har–Magedón, o Armagedón.

9 ¿Qué logrará el Reino de Dios mediante Armagedón? Pensemos de nuevo en la voluntad de Jehová para la Tierra: que se convierta en un paraíso y se llene de personas perfectas y justas que le sirvan a él. ¿Qué impide que dicha voluntad se esté haciendo ahora mismo? El primer problema es que somos pecadores, de modo que nos enfermamos y morimos. Sin embargo, Jesús murió por nosotros a fin de que podamos vivir para siempre. Seguramente recordará estas palabras del Evangelio de Juan: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

10 Otro problema es que hay muchas personas que se comportan mal. Mienten, engañan y llevan vidas inmorales. No quieren hacer la voluntad de Dios. Pero los que practican el mal serán destruidos en Armagedón, la guerra de Dios (Salmo 37:10). Otra razón más por la que no se está llevando a cabo la voluntad de Dios en la Tierra es que los gobiernos no animan a la gente a hacerla. Muchos de ellos han sido débiles, crueles o corruptos. Bien claro lo dice la Biblia: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo” (Eclesiastés 8:9).


11 No obstante, después de Armagedón, la humanidad vivirá bajo un solo gobierno, el Reino de Dios. Ese Reino cumplirá la voluntad divina y traerá maravillosas bendiciones. Por ejemplo, eliminará de la escena a Satanás y sus demonios (Revelación 20:1-3). Hará que se aplique el poder del sacrificio de Jesús y, como consecuencia, los humanos fieles ya no se enfermarán ni morirán, sino que podrán vivir para siempre (Revelación 22:1-3). Además, transformará la Tierra en un paraíso. De ese modo, el Reino logrará que se haga la voluntad de Dios en la Tierra y santificará el nombre de Dios. ¿Qué significa eso? Que gracias al Reino, todas las personas llegarán a respetar y honrar el nombre de Jehová.

¿Qué es el Reino de Dios?


1-El Reino de Dios es un gobierno que ha establecido Jehová. Y él mismo ha escogido al Rey de ese gobierno. ¿Quién es ese Rey? Jesucristo. Él es superior a todos los gobernantes humanos; por eso se dice que es "el Rey de los que reinan y Señor de los que gobiernan como señores" (1 Timoteo 6:15). Jesús tiene el poder de hacer muchas más cosas buenas que cualquier gobernante humano, incluso que los mejores.

2-¿Desde dónde gobernará el Reino de Dios? Pues bien, ¿dónde está Jesús? Tal como ya hemos visto, poco después de que lo ejecutaran en un madero de tormento y de que resucitara, ascendió al cielo (Hechos 2:33). Por lo tanto, allí es donde está el Reino de Dios: en el cielo. Por eso la Biblia lo llama un "reino celestial" (2 Timoteo 4:18). Pero aunque está en el cielo, ejercerá su poder sobre la Tierra (Revelación [Apocalipsis] 11:15).

3-Jesús es un Rey excepcional. ¿Por qué decimos esto? Para empezar, porque nunca morirá. La Biblia dice que, en comparación con los reyes humanos, él es "el único que tiene inmortalidad, que mora en luz inaccesible" (1 Timoteo 6:16). De manera que todas las cosas buenas que haga serán permanentes. Y sin duda hará muchas.

4-La Biblia sobre Jesús: "Reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y su deleite estará en el temor de Jehová. No juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que sepa de oídas; sino que juzgará con justicia a los pobres, y decidirá con equidad en favor de los mansos de la tierra" (Isaías 11:2-4, Santa Biblia, Reina-Valera, 1977). Estas palabras muestran que Jesús va a reinar sobre los seres humanos con justicia y compasión.

5- Otra característica del Reino de Dios es que Jesús no gobernará solo, sino acompañado de otros reyes. El apóstol Pablo le dijo a Timoteo: "Si seguimos aguantando, también reinaremos juntos" (2 Timoteo 2:12). Así es, Pablo, Timoteo y otras personas fieles escogidas por Dios gobernarán con Jesús en el Reino celestial. ¿Cuántos tendrán ese privilegio?

6- El apóstol Juan contempló en una visión al "Cordero [Jesucristo] de pie sobre el monte Sión [su puesto de Rey en el cielo], y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre". ¿Quiénes son esos 144.000? Juan mismo lo aclara: "Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero" (Revelación 14:4). Estos son seguidores fieles de Jesucristo a quienes se elige para que gobiernen con él en el cielo. Después de morir y de resucitar, van al cielo a "reinar sobre la tierra" junto con Jesús (Revelación 5:10). Desde los tiempos de los apóstoles, Dios ha ido escogiendo a cristianos fieles a fin de completar la cifra de 144.000.

7- Jehová ha sido muy amoroso al decidir que Jesús y los 144.000 gobiernen a la humanidad. Para empezar, Jesús fue hombre y por eso conoce los sufrimientos del ser humano. Pablo dijo que no es alguien que "no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino [alguien] que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado" (Hebreos 5:8). Los que gobernarán con él también han aguantado los sufrimientos propios de los seres humanos. Además, han luchado contra la imperfección y han padecido todo tipo de enfermedades. Sin duda entenderán los problemas que afronta la humanidad.